Sé que la tierra germina
cuando comienza mi canto
que añora voces de ayer
olvidadas en mi paso sé que
la sombra culmina cuando
el ocaso ha llegado
y en oscura noche fría
aguarda el propio descanso
sé que los pájaros llaman con
su cántico apagado y
agradecen el concierto que
en la jornada brindaron feliz
quien vivió su tiempo por su
Dios acompañado
alabando su grandeza que
tanto bien ha creado
hoy alabo a mi Señor y yo
se que en su regazo hay
lugar para mi vida
en las horas de este canto.